Los Mayos
Tradicional fiesta de primavera, también llamada de la
Pascua Florida en la Sierra de Albarracín. Empezaban el
30 de Abril con la echada del mayo y su término era el 24 de Junio, San
Juan, fecha en que el Mayo pone la enramada a su Maya. Relegada
hoy a su ciudad
y algún otro pueblo que de forma esporádica quiere rememorar
tiempos pasados. Es
una manifestación cultural única en Aragón y una de las formas más
arcaicas de nuestro folklore.
Celebración de claro tinte medieval y ascendencia juglar, si bien, el
folklore y ritos están en relación con una larga tradición mítica que
arrancaría de una concepción de vida neolítica, e incluso, paleolítica.
- Carlos Hernández Salvador, señaló la existencia de estas festividades
en otros países europeos,
-también los podemos encontrar en La Mancha-,
y las relaciona con las fiestas de Mayo celebradas en Roma y dedicadas a
la diosa Maia-. La primera noticia que tenemos sobre los Mayos en la
literatura culta romance, es la literatura provenzal, imprimiendo a los
Mayos el sello de la poesía cortesana y el amor cortés, como hiciera con
la poesía amorosa. Consistía básicamente en describir la belleza de la
mujer, elogiando la anatomía de la moza con ingenua picaresca en versos
simples y de sencilla rima; hexámetros y asonantes en cada estrofa, no
se tiene en cuenta la regularidad en el número de sílabas, no obstante,
esto no altera la uniformidad del ritmo; con música unisonal de gran
agilidad rítmica y vigor expresivo; muy pegadiza, ritmo estrófico
sencillo de tres por cuatro en allegro. Si bien, todos los mayos
responde a una unidad etnográfica -literaria y folklórica-, adquieren
una fisonomía peculiar en cada pueblo, reflejándose de manera notoria en
la música y en los textos, particularmente en las estrofas dedicadas a
la descripción de la maya; la estrofa final, común para casi todos los
pueblos, se canta con ritmo de jota. Es común que al mayo lo acompañe un
coro que repite los dos últimos versos. La bandurria, guitarra y laúd
eran los instrumentos de obligado acompañamiento.
Podemos considerarla como una fiesta pagana, unos ritos mágicos
encaminados a glorificar y a atraer la fecundidad, la fertilidad de
plantas animales y hombres, pero, es también un canto a la Virgen que
como mujer entraba a formar parte en la celebración.
El 30 de abril todos los años se cantaban Los Mayos a las mozas de Bezas
de puerta en puerta.
Si bien, puntualmente a las 12 de la noche se cantaban los mayos, antes
se había realizado el ritual sorteo de las mayas que según marcaban los
cánones de la época hacían los mozos del pueblo. Dicho sorteo se
desarrollaba de la manera siguiente:
Reunidos los mozos se procedía a introducir todos sus nombres en una
boina y en otra se metían el de todas las mozas a partir de los 13 ó 14
años, así como una papeleta con la Virgen. Se sacaba la papeleta de un
mozo,
y éste procedía a sacar una papeleta de la boina de las mozas, la
que sacara sería su maya para la fiesta ese año (al menos de momento).
Acabado el sorteo, se pasaba a la parte más cruda de la fiesta, la
“compra/venta” o puja por las mozas; la Virgen no entraba en la puja,
quedaba asignada al que le había tocado.
Los mozos ofrecían dinero por las mozas que sentían especial interés
para hacerla su maya, si no le había tocado en suerte, lo que hacía ser
a algunas muy valoradas en determinados años, -las que ya festeaban-,
mientras que otras, -las menos agraciadas-, eran rechazadas y pasaban su
papeleta de “mano en mano” sin que nadie pujara por ellas.
La maya debía al menos bailar los tres primeros bailes con su mayo, le
gustara o no el tocado en suerte. El dinero recaudado en la puja
serviría para hacer la fiesta.
Posteriormente al sorteo y puja, asignadas ya las mayas, salía la
rondalla a la calle para, de puerta en puerta de cada maya, cantarle Los
Mayos, incluida también la Virgen en la puerta de la Iglesia, "los Mayos
a lo Divino". Suponía la puesta de largo para muchas chicas que eran
mayas por primera vez; un momento esperado con mucha ilusión. Algo
similar les ocurría a los chicos a los que se les denominaba “pombo”,
bella palabreja local que significaba novato.
El primer domingo de Mayo, la rondalla hacía el mismo recorrido para
recoger de la mano de la maya la docena de huevos con que obsequiaba a
su mayo, éste le cantaba una jota, casi siempre alusiva a la mujer; si
no quería o no sabía cantar, otro mozo lo hacía en su nombre, teniendo
entonces que pagar una sanción denominada “libra” y cuyo valor había
sido fijado con anterioridad. La docena de huevos servía para hacer la
comida a la que no asistían las mozas, únicamente lo hicieron en los
últimos años de la fiesta.
Tras la comida de huevos revueltos y carne de cordero copiosamente
regada con vino, se hacía el baile.
La fiesta moriría en Bezas en la década de los sesenta, no obstante aquí
nos han quedado estos mayos que nos pueden transportar con nostalgia a
tiempos pasados.
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A.- |
B.- |
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Estamos a treinta |
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del abril cumplido |
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alégrate dama |
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que mayo ha venido. |
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Si
ha venido Mayo |
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bienvenido sea |
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que
en viniendo Mayo |
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las
flores se alegran. |
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Ha venido mayo |
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Ya ha venido mayo |
por esas cañadas |
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floreciendo trigos |
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granando cebadas. |
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Vengo a dibujarte |
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de pies a cabeza |
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pero no me atrevo |
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si no es con
licencia. |
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Cuando no responde |
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Como no responde |
la preciosa dama |
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es señal que tengo |
es prueba que tengo |
es prueba que tengo |
la licencia dada. |
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Esa es tu cabeza |
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tan rechiquitita |
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y dentro de ella |
que con ella piensas |
que dentro de ella |
otra más bonita. |
cosas muy bonitas. |
hay otra más bonita. |
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Ese es tu cabello |
Tu mata de pelo |
Tu mata de pelo |
del oro más fino |
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que quita los rayos |
le quita al sol |
le quita sus rayos |
al sol cristalino. |
los rayos cristalinos. |
al sol cristalino. |
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Esa es tu frente |
Tu frente espaciosa |
Tu frente espaciosa |
fue campo de guerra |
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donde el Rey de
España |
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plantó su bandera. |
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Esas son tus cejas |
Esas tus cejas |
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también arqueadas |
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son arcos del cielo |
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y el cielo es tu
cara. |
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Esos son tus ojos |
Y
son tus ojos |
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luceros del alba |
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que cuando los abres |
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la noche se aclara. |
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Esa es tu nariz |
Tu nariz aguda |
Tu nariz aguda |
como fiel espada |
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que a los corazones |
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sin sentir traspasa. |
sin sentir los pasa. |
sin sentir los pasa. |
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Esos tus oídos |
Esos tus oídos |
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son dos perlas de oro |
son dos perlas de oro |
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que con ellos oyes |
que con ellos oyes |
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lo que todos dicen. |
lo que dicen todos. |
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Esas tus orejas |
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con sus dos
pendientes |
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con tus pendientes |
que adornan tu cara |
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parecen campanas |
y toda tu frente. |
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que llaman la gente |
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Esa es tu boca |
Esa es tu boquita |
Esa es tu boquita |
tu lengua encarnada |
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tu caja de dientes |
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que adornan tu cara. |
que adorna tu cara. |
que adornan tu cara. |
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Esos tus labios |
Esos son tus labios |
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de fiel y brama |
de la fiel y brama |
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que cuando los abres |
que cuando los abres |
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hechizas el alma. |
hechizan el alma. |
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Esa tu garganta |
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Esa es tu garganta |
tan clara y tan
bella |
tan clara y bella |
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que el agua que
bebes |
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se clarea en ella. |
se aclara en ella. |
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Qué es eso que llevas |
Qué es eso que llevas |
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bajo la barbilla |
bajo la barbilla |
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es el sepulcro |
ése es el sepulcro |
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para el alma mía. |
para el alma mía. |
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Que es eso que
llevas |
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rodeado al cuello |
rodado al cuello |
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son las gargantillas |
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y la cruz de acero. |
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Esos son tus hombros |
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son dos escaleras |
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pa subir al cielo |
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y bajar por ellas. |
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Esos son tus brazos
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de la mar son remos |
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por que ellos guían |
en el mar que guían |
que con ellos guías |
a los marineros. |
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Esas son tus manos |
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tan maravillosas |
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por que lo que tocan
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que todo lo que hacen |
que to lo que catan |
se convierte en
rosas. |
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Esos son tus dedos |
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cargados de anillos |
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para mis prisiones
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cadenas y brillos.
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Esos son tus pechos |
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son dos fuentes de
agua |
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donde yo bebiera |
donde yo bebiese |
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si tu me dejaras. |
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Tu cintura un junco |
Tu cintura junco |
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criado en el río |
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todos van a verlo
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cuando está florido. |
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Ya vamos entrando |
Ya vamos llegando |
Ya vamos llegando |
en partes ocultas
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donde yo no puedo |
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hacerte preguntas.
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dar ciertas preguntas. |
dar ciertas preguntas. |
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Qué es eso que llevas |
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bajo el delantal |
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es un pajarucho |
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que no puede volar. |
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Esas son tus piernas |
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tan bien accionadas |
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por arriba gordas
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y abajo delgadas. |
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pa abajo delgadas. |
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Esas tus rodillas |
Tus dos rodillas |
Tus dos rodillas |
con sus dos bolillas |
con sus bolillas |
con tus dos bolillas |
cuando vas andando |
que cuando andas |
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parece que brillan. |
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Esos son tus pies |
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como oro macizo |
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del oro macizo |
donde se sostiene |
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todo el artificio. |
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todo tu edificio. |
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Zapatito blanco |
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media colorada |
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la dama pequeña |
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la dama es pequeña |
pero bien portada. |
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Ya te hemos pintado |
Ya he dibujado |
Ya te he dibujado |
todas tus facciones |
todas las facciones |
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ahora falta el mayo
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sólo falta el Mayo |
sólo falta el Mayo |
que te las adorne. |
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El mayo me ha dicho |
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que vendrá mañana |
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a darte la nueva
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de mayo florido. |
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de Mayo y su entrada. |
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La dama querrá saber |
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el Mayo que le ha caído |
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mañana te lo dirán |
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le nombre y el apellido (bis) |
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la dama querrá saber. |
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Recopilado por Tadeo Hernández.
Bezas, 24 Abril de 1942.
José Ramos y Julián Marco los han recopilado con la variante primera.
La última variante es la recogida del libro: Los Mayos de la Sierra de
Albarracín, bajo el prólogo y dirección de Mª Carmen Romeo. Recopilación
realizada mediante encuesta directa en el pueblo de Bezas a Gregorio
Hernández. 1976-77.
La estrofa final
mantiene la incógnita del Mayo que le ha tocado hasta el día siguiente.
Se cantaba a ritmo de jota.
En Bezas se cantaba también una versión de los Mayos profanos "a lo divino",
dedicados a la Virgen; estos eran idénticos a los de las mozas pero la
introducción a los mismos se hacía con las siguientes dos estrofas:
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Santo, Sacrosanto |
Virgen del Altar |
danos la licencia |
para principiar. |
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Santo, Sacrosanto |
Virgen del Rosario |
danos la licencia |
para
echarte el Mayo. |
Algunas de las jotas particulares que hemos podido rescatar, dirigidas
siempre a mozas concretas.
Marcos para Brígida. |
Juan Tarín para Francisca. |
Ya te puedes perfumar
con brillantina y colonia
que este año tienes por mayo
al hijo de tu tía Juana. |
Toda la vida hortelano
trabajando en la huerta
y no he podido encontrar
una lechuga como ésta. |
Delgadita de cintura
como el junco marinero
ni eres alta ni eres baja
que eres como yo te quiero.
|
José Ramos Sánchez a Josefa. |
En tus
brillantes quisiera
mi corazón
transformar
y ponérsela
en el manto
a la Virgen
del Pilar. |
Allá va la despedida
como bien te la mereces
que hasta la hierba que pisas
si está seca reverdece. |
Juan Muñoz para Antonina. |
Respuesta de Antonina.
|
Me diste una calabaza
me la comí con pan tierno,
más vale una calabaza
que una mujer sin gobierno.
|
Si todas las calabazas
te las hubieras comido,
ya estarías de cabeza
en una corte
metido. |
Tengo un altar en el pecho
una imagen y una luz,
es la luz la de tus ojos
y la imagen eres tu. |
|