Por las eras del
Collao de La Era, tomamos el camino forestal que va hacia
Albarracín/Gea, el cementerio viejo y el descenso hacia los callejones
se nos quedarán a la derecha. Desviándonos en
Covatorres
donde se distinguen antiguas excavaciones mineras, tomamos el GR-10 y
PR-1, el cual seguiremos buena parte del recorrido. De ladera, pasamos
por Las Fuentecillas y los
Cerraos del Escorial que dejamos a la derecha, hace años se
podían ver algunos de estos campos sembrados de guijas, con cuya harina
se harían después los puches. Las impresionantes piedras de arenisca
rojizas contrastan con el verdor del pinar que en ocasiones las
parasita, pues, naciendo entre cualquiera de los resquicios de las
piedras nos encontramos a los inmensos pinos resinados. Rodeados de
pinos rodeno, carrascas, rebollo y monte bajo, brezo, gayuba y estepas
en su mayoría también conocidas como jaras, plantas leñosas y austeras
que sin embargo en primavera alcanza una gran belleza; por algo es
conocida como la rosa de monte, llegamos al Collao
de La Majarraña
y sin dejar la senda, al Collao de Hoya Martínez,
bifurcación que a la derecha nos llevaría a Las Ramblas, a la izquierda
al Collao El Prao de Pesebres y de frente
subimos por el carril al Vago la Ventana
donde finaliza; a partir de este punto, monte a través por la cima del
puntalico aledaño, llegamos al alto de la cumbre de Sierra Carbonera.
El panorama que divisaremos desde la
cima, habrá valido el esfuerzo. Punto de control de incendios, se ubicó
una torre desde la cual los más avezados, pueden ascender
otros 27 metros y tener una extraordinaria vista. Desde los macizos
montañosos de la Sierra de Albarracín, el paisaje protegido de los
Pinares de Rodeno con sus inmensas formaciones de piedra arenisca, -la
Peña los Cuernos
entre otras-, la Hoya de Teruel, el Alto Jiloca así como las sierras de
Gúdar y Javalambre; veremos los meandros del
Embalse del Arquillo, y buena parte del término de Bezas.
Si hemos sido previsores, es un momento inmejorable para tomar
nuevas fuerzas con una nutrida merienda y un buen trago de vino
-preferentemente en bota-.
La vuelta al pueblo, la podemos hacer
por la vertiente opuesta. Desde el alto distinguiremos perfectamente el
cortafuegos y a su izquierda el
cruce de carreteras que nos llevará a la derecha a
Albarracín, de frente a Dornaque, a la izquierda a Bezas por
El Morrón, y por el pie de Sierra Carbonera, a Gea.
Desandamos hasta el Vago la Ventana y por el arrastradero de
pinos descendemos hasta Los Casetos del Prao de
Pesebres,
antiguas casas de los resineros hasta tomar el carril del
Morrón, el cual seguiremos hasta el pueblo. En el descenso, vemos a lo
lejos Los Llanos
donde el pino rodeno ha dado paso al sabinar. En un humedal de
la cuneta a medio camino, tal vez podamos encontrar agua en la antigua
fuente de Las Sabinas negrales; la ladera
izquierda, El Escorial que llega ya a los
Callejones. La piedra de enfrente es el Alto el
Cortao, llevándonos el carril que allí nace hasta
El Collao de la Balsilla, pasando por Los
Cerraos de Calixto y llegando a la pieza
El Cociero -un hombre que hacía cocios para
hacer la colada, blanquear la ropa-. Nos volvemos a encontrar con las
Fuentecillas y la derecha, El Alto la Ceja,
las antiguas cerradas del Tio Tiburcio y de
José El Tuerto; la vertiente da al
Collao del Molino.
Bajamos la cuesta de Covatorres y tenemos ya en frente
los pajares, al fondo el Cementerio nuevo; entramos al pueblo
por El Barranco.
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