Partiremos del Hortal hacia el molino para tomar la carretera que nos
llevaría a Fuente Buena. Seguiremos por ella hasta el puente que cruza
el regajo en las minas, pudiendo ver los restos que quedan de dicha
actividad. Tomaremos el desvío y si el recorrido lo hacemos en otoño,
quedaremos maravillados del colorido de la chopera
que nos acompañará buena parte del camino; remontaremos el río pasando
por el molino viejo y el prado de la
balsa del molino. Cambiamos a la vertiente izquierda del cauce y por
el
Barranco Las Canales,
sin demasiadas dificultades alcanzaremos
Las Tajadas;
de seguir, llegaríamos a
Las Carboneras,
Dornaque
y Las Fraguas, antiguas casas de los
resineros y nacimiento del Regajo donde se toma también parte del agua
que se consume en Bezas; éste bien podría ser otro recorrido, pero el
tiempo empleado en el mismo sería de seis horas.
Ya
en Las Tajadas, hay indicadores en los senderos hacia las pinturas
rupestres. Se sube a Tajada Bajera por los primeros huertos de la base
del peñasco, mano izquierda; en la parte superior vemos la tumba
prehistórica. Podemos bajar por la cara norte por el huerto de
El Toril,
principal yacimiento arqueológico, aunque con dificultad. Lo mejor es
volver sobre nuestros pasos. Al pie de la peña
vemos las pinturas rupestres y siguiendo por el sendero llegamos a
las de
la Paridera.
Pegados a la cornisa seguimos adelante por
Cueva Morena
hasta
la Balsilla;
dirección norte encontraremos una senda que a la izquierda nos llevará a
los Cerrados de Calixto,
un rincón bellísimo. Volvemos al huerto de la
Balsilla, y subimos por la estrecha grieta de la piedra, único sitio
por donde se puede subir a
La Peña del Hierro
sin llegar a escalar.
El regreso es fácil, podemos volver regajo abajo o alcanzar
la Sendilla
cruzando el río y ascendiendo hasta la carretera. Por ella, sin
dificultades, pues es muy poco transitada, bajar al pueblo.
|